Los franciscanos invitan a Abou Mazzem a la Misa de Navidad en Belén | Custodia Terrae Sanctae

Los franciscanos invitan a Abou Mazzem a la Misa de Navidad en Belén

En Oriente la tradición se convierte en norma. Y hay que seguirla. Por eso, también este año el Custodio de Tierra Santa, P. Pierbattista Pizzaballa, acompañado por el Vicario, P. Artemio Vítores, y por el P. Ibrahim Faltas, párroco de Jerusalén y embajador imprescindible en la relación con la Autoridad Palestina, ha cumplido con el rito y ha ido a Ramalah a invitar al Sr. Abou Mazzem (Mahmud Abbas) a la Santa Misa de Navidad en Belén, el 24 de diciembre por la noche, y a la comida familiar con los franciscanos, que tendrá lugar en el convento de Belén.

El espíritu franciscano, con sencillez evangélica, ha logrado siempre humanizar las normas y hacer que un encuentro protocolario se convierta en fraterno. Así ha sucedido. Entre el Presidente y sus ayudantes: el Sr. Iltayeb Abdel Rahim, Secretario de Estado, el Dr. Rafil el-Houseini, Jefe de la Oficina de la Presidencia, el Sr. Yaryui, encargado de los asuntos cristianos, y otros colaboradores, se ha creado enseguida un clima de amistad y colaboración con los tres religiosos franciscanos.

En el contexto difícil en que se encuentra hoy el pueblo palestino, se ha valorado positivamente los pasos dados por el Presidente y se ha augurado paz y prosperidad al pueblo palestino que está sufriendo mucho. En este clima distendido, los franciscanos hemos agradecido los esfuerzos que ha hecho la Autoridad Palestina para crear un aire festivo-navideño en Belén gracias a la nueva iluminación y a los regalos distribuidos entre los niños betlehemitas. Los franciscanos hemos puesto de manifiesto nuestro compromiso con el pueblo palestino, con nuestras ayudas para cubrir las necesidades básicas de tantas familias de Belén, la construcción de casas y las escuelas. En este contexto le hemos expuesto algunos problemas de las escuelas causadas por el integrismo. No ha faltado nuestro agradecimiento al Sr. Presidente, quien, siendo musulmán, ha ayudado a solucionar un problema entre cristianos, como era de de la llave de la Basílica de la Natividad.

Ha sido una media hora de encuentro cordial, a pesar de la situación difícil del pueblo palestino, que ha estado siempre presidido por el saludo franciscano de “Paz y Bien”.


Fr. Artemio Vítores, ofm