Mons. Twal, nuevo Patriarca de Jerusalén, hace su ingreso solemne en el Santo Sepulcro | Custodia Terrae Sanctae

Mons. Twal, nuevo Patriarca de Jerusalén, hace su ingreso solemne en el Santo Sepulcro

Domingo, 22 de junio. Las puertas del Santo Sepulcro se han abierto frente a Su Beatitud Mons. Fouad Twal con ocasión de su ingreso solemne como nuevo Patriarca Latino de Jerusalén.

En los últimos dos años y medio, en calidad de coadjutor, Mons. Fouad Twal había realizado ya numerosos ingresos solemnes en la Basílica de la Resurrección, en las distintas ocasiones de las más diversas celebraciones del tiempo litúrgico. Pero, en este primer domingo del verano, el nuevo pastor de la Iglesia de Tierra Santa ha experimentado una emoción particular. Un multitud incontenible, por momentos indisciplinada y rumorosa por la alegría y la curiosidad, se ha reunido para acoger a este hijo de Jordania, a este querido amigo, este hermano, al que, siendo hasta ahora su obispo, es ahora su nuevo Patriarca.

Se han juntado fieles de todas las partes del mundo, curiosos, autoridades civiles y religiosas de todas las confesiones y países, para asistir a su ingreso y recibir su primera bendición.

A pesar de la agitación que la ha caracterizado, sin embargo, la ceremonia ha sido en todo momento solemne y atenta a subrayar cada aspecto de la propia solemnidad. Comenzando por el impresionante cortejo que, precedido por los scouts y los kawas, pasando por la puerta de Jafa, ha acompañado a Mons. Twal desde la sede del Patriarcado Latino hasta el Santo Sepulcro. Las puertas de la Basílica de la Resurrección se han entreabierto entonces, delante del nuevo Patriarca que, después de besar la piedra de la Unción y asperger con agua bendita a la multitud, ha escuchado las calurosas palabras de bienvenida pronunciadas por el Custodio de Tierra Santa, fra Pierbattista Pizzaballa, que le ha recordado: “la expresión de la alegría de ser Iglesia, pueblo de Dios, comunidad de discípulos de Jesús, que le mira como Guía; sucesores de los Apóstoles que en esta nuestra Tierra fueron elegidos por el Señor Jesús para ser capaces de anunciar el Evangelio con simplicidad y verdad”.

Al Patriarca, que recientemente había declarado: “yo quiero sembrar la alegría de vivir”, el Custodio le ha dicho en el ingreso a la Basílica de la Resurrección: “¿Qué sería de nuestra fe sin la alegría?, ¿y dónde estaría su fuente si no en la Resurrección del Señor, en la victoria que Jesús –muerto por amor a cada uno de nosotros, crucificado para la salvación de todos los hombres- ha conseguido aquí, resucitando como Cristo, vivo para siempre y por siempre en medio de nosotros?”.

La celebración ha seguido después con la procesión que, al canto del Te Deum, se ha dirigido hacia la Tumba vacía. Aquí, la lectura del Evangelio por parte del Custodio, ante S. Eminencia el Cardenal Foley, Gran Maestro de los Caballeros del Santo Sepulcro, acompañado de una delegación de Caballeros y Damas, Mons. Camillo Ballin, obispo de Kuwait y representante de la CELRA (Conferencia de Obispos Latinos en las Regiones Árabes, los Ordinarios católicos de Tierra Santa, numerosos sacerdotes, religiosos y religiosas, los representantes de las Iglesias ortodoxas y protestantes, los Cónsules de España, Francia, Bélgica e Italia, los representantes de las autoridades civiles y religiosas, la familia de Su Beatitud, venida desde Jordania, y una multitud de fieles y de numerosos periodistas. La lectura de la bula papel de la nominación, por parte de Mons. Kamal Bathish, ha precedido a las palabras de bienvenida dirigidas al nuevo Patriarca por Mons. Salim Savegh, obispo auxiliar de Jordania. Después, Su Beatitud Mons. Fouad Twal, ha podido dirigirse a la multitud, primero en árabe y después en francés, para manifestar con fuerza su fe. Fe en Dios, en primer lugar: “Así, como es corta la distancia entre el Gólgota y la Tumba vacía, del mismo modo sabemos que es corta la distancia entre la muerte y la Resurrección. Por esto no hay razón para tener miedo”. Fe en la Iglesia de Tierra Santa y en sus fieles: “Mi fe se nutre de cada una de las riquezas espirituales, humanas y religiosas de esta diócesis”.

Antes de confirmar su fe en la Resurrección y de confiar a la Virgen María su propia misión, el Patriarca ha querido lanzar tres mensajes. El primero a los jefes de las naciones en conflicto: “¡Tened el coraje de encontrar soluciones justas, para que se pueda vivir en paz y seguridad!”. El segundo, a la comunidad internacional: “Para que, movida por el sentido de la responsabilidad, del valor y del sentido de justicia, ayude a las poblaciones de las regiones a tomar las decisiones justas”. Por fin, en tercer lugar, a los fieles de las tres religiones monoteístas y de las diversas confesiones cristianas de esta Ciudad santa: “Sigamos recorriendo el camino del diálogo, reforzando nuestra solidaridad en la caridad y prosigamos nuestros encuentros con este espíritu”.

Después de la bendición final, y los aplausos de la gente, la procesión ha vuelto al Patriarcado donde todos han podido rendir homenaje al nuevo Patriarca de Jerusalén en su sede.

El lema de Su Beatitud Mons. Fouad Twal es “Paratur cor meum”, “Mi corazón está listo”, tomado del salmo 108. Un lema que le queda bien a este hombre cuyo nombre quiere decir, en árabe, “corazón que ama”.

Marie Armelle Beaulieu