Continuando con las celebraciones de Navidad, los franciscanos de la Custodia y los miembros de la comunidad católica de lengua hebrea se han reunido, este sábado 27 de diciembre, para la ordenación diaconal de fray Alessandro Coniglio ofm (franciscano italiano de la Custodia de Tierra Santa) y Roman Kaminski (polaco ordenado por el Vicariato católico de lengua hebrea).
Su Beatitud el Patriarca Mons. Fouad Twal ha presidido la celebración, acompañado de Mons. Boulos Marcuzzo, obispo auxiliar para Israel, y del Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, así como de unos cincuenta sacerdotes, ante una asamblea numerosa.
En esta jornada dramática por los sucesos de Gaza, árabes y hebreos, cristianos y extranjeros residentes en Jerusalén, han rezado juntos.
En su homilía, Su Beatitud el Patriarca, dirigiéndose especialmente a los dos futuros diáconos, ha dicho: “¡No tengáis miedo! Poneos al servicio de la Palabra de Aquél que os ha llamado. No es posible seguirle ni vivir en esta tierra sin portar su cruz. Pero no tengáis miedo, Él está con vosotros, como dijo”.
Al final de su homilía, la ordenación con la imposición de las manos y la oración consagratoria. Después, los diáconos, ayudados por sus hermanos de religión, se han vestido los paramentos sacros. A Roman le ha ayudado fray Apolinary Szwezd, franciscano y párroco de la parroquia de lengua hebrea de Jerusalén, mientras que a Alessandro lo han hecho fray Guillermo y fray José, ordenados diáconos el mes de junio pasado.
Los dos nuevos diáconos, que hasta ese momento estaban en medio de los fieles, han ocupado su puesto en el altar, donde han servido la misa.
Tras la celebración se ha invitado a todos a celebrar la ocasión con los nuevos diáconos, durante el refresco preparado en la sala de la Inmaculada.
Mab
Sito Quehilah
Su Beatitud el Patriarca Mons. Fouad Twal ha presidido la celebración, acompañado de Mons. Boulos Marcuzzo, obispo auxiliar para Israel, y del Custodio de Tierra Santa, fray Pierbattista Pizzaballa, así como de unos cincuenta sacerdotes, ante una asamblea numerosa.
En esta jornada dramática por los sucesos de Gaza, árabes y hebreos, cristianos y extranjeros residentes en Jerusalén, han rezado juntos.
En su homilía, Su Beatitud el Patriarca, dirigiéndose especialmente a los dos futuros diáconos, ha dicho: “¡No tengáis miedo! Poneos al servicio de la Palabra de Aquél que os ha llamado. No es posible seguirle ni vivir en esta tierra sin portar su cruz. Pero no tengáis miedo, Él está con vosotros, como dijo”.
Al final de su homilía, la ordenación con la imposición de las manos y la oración consagratoria. Después, los diáconos, ayudados por sus hermanos de religión, se han vestido los paramentos sacros. A Roman le ha ayudado fray Apolinary Szwezd, franciscano y párroco de la parroquia de lengua hebrea de Jerusalén, mientras que a Alessandro lo han hecho fray Guillermo y fray José, ordenados diáconos el mes de junio pasado.
Los dos nuevos diáconos, que hasta ese momento estaban en medio de los fieles, han ocupado su puesto en el altar, donde han servido la misa.
Tras la celebración se ha invitado a todos a celebrar la ocasión con los nuevos diáconos, durante el refresco preparado en la sala de la Inmaculada.
Mab
Sito Quehilah