Ordenaciones sacerdotales en San Salvador, Jerusalén 2006 | Custodia Terrae Sanctae

Ordenaciones sacerdotales en San Salvador, Jerusalén 2006

Un año más la Custodia de Tierra Santa ha tenido la gran alegría de celebrar tres nuevas ordenaciones presbiterales en la fiesta de San Pedro y San Pablo.

Los nuevos sacerdotes son:
Fray Lawrence Mensah Coblavie de la Custodia de Tierra Santa, originario de Ghana.
Fray Sergio Antonio Martínez Gómez de la Provincia de los Santos Francisco y Santiago, en México.
Fray César José Román Lozano también de la Provincia de San Francisco y Santiago.

Para nuestros dos hermanos mejicanos la ordenación señala el final de su paso por Tierra Santa. Aquí han estudiado la teología durante cuatro años, han descubierto esta tierra, han aprendido a amarla, han establecido lazos de amistad con los frailes de todo el mundo presentes aquí en la Custodia. Nuestro hermano Lawrence, tras tres años en Roma, debe aún esperar un año más antes de volver en Custodia, para completar su formación universitaria.

Este 29 de junio, todos juntos y cada uno de forma individual, han vivido un día lleno de emociones. Tras el tiempo de retiro en preparación a la ordenación, se reencontraron con sus familias y sus amigos llegados hasta aquí. Pero sobre todo vivieron intensamente este día único en sus vidas, la ordenación sacerdotal, algo que toda la asamblea hizo suyo durante la celebración, comprendiendo la gran importancia que supone para ellos y para toda la Iglesia.

Cuando los más de sesenta sacerdotes atravesaron la nave central de la Iglesia de San Salvador al sonido del imponente órgano, la emoción era ya palpable. Su Beatitud el Patriarca Michel Sabbah cerraba la procesión, encaminándose a la Sede para presidir la celebración, franqueado por fray Pierbattista Pizzaballa, Custodio de Tierra Santa y fray Artemio Vítores, Vicario Custodial.

Tras la liturgia de la Palabra se entró en la Ordenación en sí. Momentos, intensos, graves, sobrios y gozosos al mismo tiempo y sin duda conmovedores para los ordenados y para toda la asamblea. Algunos gestos, signos, miradas han titilado estos instantes: la Letanía de los Santos, mientras los futuros sacerdotes se hallaban postrados o la imposición de manos por parte del Patriarca. Había que ver, escrutar el rostro de los celebrantes que acogían a los nuevos presbíteros en medio a la asamblea sacerdotal. Acogieron a un hermano, a un amigo o a un conacional, pero los han acogido en nombre de toda la Iglesia, que aquí en Jerusalén representan mejor que en ningún otro lugar en el mundo, por que además ellos mismos vienen de los cinco continentes. El colegio sacerdotal ha acogido a sus hermanos y la asamblea de fieles, laicos y religiosos se regocija por su alegría y la comparte. La liturgia eucarística ha sido verdaderamente una acción de gracias, mientras los recién ordenados “tomaban la alternativa” sirviendo ante el altar.

Al finalizar la celebración toda la asamblea disfruto de un refresco que sirvió de besamanos para los nuevos sacerdotes.

Tras la comida, doblemente familiar –estando presente la familia franciscana y las propias familias de los ordenados- los tres sacerdotes transcurrieron el resto del día con sus parientes y allegados.
En los próximos días partirán a sus respectivos destinos, pero tras este día son para siempre sacerdotes “in eternum”, para gloria del Señor y de su Iglesia.

MAB