Ayer, 25 de diciembre, en Beit Sahur, pequeña localidad cercana a Belén, el santuario franciscano del Campo de los Pastores estaba especialmente lleno de peregrinos procedentes de todo el mundo para asistir a la misa de Navidad.
Por la tarde, los frailes franciscanos, siguiendo una antigua tradición cristiana, realizaron la peregrinación, deteniéndose en el sitio greco-ortodoxo y en aquel custodiado por los mismos franciscanos, recordando el trayecto recorrido por los pastores para acercarse a los Santos Lugares que recuerdan la aparición del ángel, sucedida hace dos mil años. Ya en tiempos de santa Elena aquí se encontraba una iglesia dedicada a los ángeles que anunciaron a los pastores el nacimiento de Jesús; una parada importante del camino navideño iniciado en la basílica de la Natividad de Belén, Santo Lugar donde la oración del corazón, la liturgia comunitaria y el silencio introducen en el recuerdo que hace de este lugar un lugar sagrado en el que las huellas aún vivas del paso de Dios sobre la tierra se recogen y se nos transmiten a lo largo de los siglos.
El primer momento de la peregrinación se ha celebrado en la gruta ortodoxa con la recitación de las letanías de los santos y la lectura del Evangelio, en árabe y en latín; el segundo, en la gruta de los franciscanos, con el canto del Gloria in excelsis Deo.
Durante ocho días y en este lugar, más que en ningún otro, el coro de los ángeles, en miles de lenguas distintas, se alzará hacia el cielo en la oración que pide la paz para los hombres y para la Tierra Santa.
Beit Sahur se encuentra en medio de los conocidos como «campos de Booz», en uno de los cuales estaban los pastores durante la noche gloriosa de la Navidad. Si bien las palabras del Evangelio no permiten localizar exactamente el lugar de la aparición angélica, la antigua tradición ha fijado en la localidad de Siyar al-Ganam, el Campo de los Pastores, a poca distancia de Beit Sahur.
Las excavaciones efectuadas por el padre Virgilio Corbo en 1951-52 demostraron, sin lugar a ningún género de dudas, que el lugar estaba ya habitado en la época del nacimiento de Jesús en Belén.
Testo : ufficio Internet
Foto: Edward Michel
Por la tarde, los frailes franciscanos, siguiendo una antigua tradición cristiana, realizaron la peregrinación, deteniéndose en el sitio greco-ortodoxo y en aquel custodiado por los mismos franciscanos, recordando el trayecto recorrido por los pastores para acercarse a los Santos Lugares que recuerdan la aparición del ángel, sucedida hace dos mil años. Ya en tiempos de santa Elena aquí se encontraba una iglesia dedicada a los ángeles que anunciaron a los pastores el nacimiento de Jesús; una parada importante del camino navideño iniciado en la basílica de la Natividad de Belén, Santo Lugar donde la oración del corazón, la liturgia comunitaria y el silencio introducen en el recuerdo que hace de este lugar un lugar sagrado en el que las huellas aún vivas del paso de Dios sobre la tierra se recogen y se nos transmiten a lo largo de los siglos.
El primer momento de la peregrinación se ha celebrado en la gruta ortodoxa con la recitación de las letanías de los santos y la lectura del Evangelio, en árabe y en latín; el segundo, en la gruta de los franciscanos, con el canto del Gloria in excelsis Deo.
Durante ocho días y en este lugar, más que en ningún otro, el coro de los ángeles, en miles de lenguas distintas, se alzará hacia el cielo en la oración que pide la paz para los hombres y para la Tierra Santa.
Beit Sahur se encuentra en medio de los conocidos como «campos de Booz», en uno de los cuales estaban los pastores durante la noche gloriosa de la Navidad. Si bien las palabras del Evangelio no permiten localizar exactamente el lugar de la aparición angélica, la antigua tradición ha fijado en la localidad de Siyar al-Ganam, el Campo de los Pastores, a poca distancia de Beit Sahur.
Las excavaciones efectuadas por el padre Virgilio Corbo en 1951-52 demostraron, sin lugar a ningún género de dudas, que el lugar estaba ya habitado en la época del nacimiento de Jesús en Belén.
Testo : ufficio Internet
Foto: Edward Michel