Preludio de la Semana Santa con María | Custodia Terrae Sanctae

Preludio de la Semana Santa con María

Con la fiesta de la Virgen de los Dolores, celebrada el 27 de marzo en el Calvario de la basílica del Santo Sepulcro, han empezado en Jerusalén las celebraciones ligadas a la Semana Santa.

En todo el mundo la fiesta de la Virgen Dolorosa se conmemora el 15 de septiembre, mientras que el en Santo Sepulcro, por el Statu Quo, se celebra el último viernes de Cuaresma. La misa, precedida por la oración de laudes, ha estado celebrada por el padre Noël Muscat ofm, presidente del convento del Santo Sepulcro. En esta ocasión se ha cantado el Stabat Mater, una oración que se remonta al siglo XIII y que se le atribuye al franciscano italiano Jacopone de Todi. El canto evoca el dolor de María en el momento de la crucifixión de su Hijo: «La Madre dolorosa estaba lacrimosa junto a la cruz, de la que colgaba su Hijo».

En su homilía, fray Noël ha hablado del dolor de la Madre, que está junto a la cruz, pero que es una «Madre de pie, que mira con valor y fe inquebrantable la tragedia de su Hijo, lívido ante la muerte […]. María "estaba" con la perseverancia de la fe vigilante y activa, primer testigo de la obediencia confiada del Hijo a su Padre».
La Virgen es un signo de esperanza y de confianza en la fidelidad de Dios a su plan de salvación para nosotros. Como ella, también nosotros estamos llamados a obedecer con confianza a Dios, esperando el día glorioso del encuentro con Jesús resucitado.

La asamblea, no muy numerosa en esta ocasión, estaba compuesta sobre todo por religiosos y religiosas, algunos parroquianos y extranjeros que viven en Jerusalén y que participan habitualmente en las solemnidades franciscanas. Los presentes han aprovechado los últimos momentos de calma en este lugar que, muy pronto, acogerá a la gran cantidad de peregrinos que vendrán en Semana Santa.

Hélène Morlet