El día de la fiesta de los Estigmas de San Francisco de Asís, numerosos frailes franciscanos han rodeado al Custodio, P. Pierbattista Pizzabala, que ha recibido los votos de cinco nuevos frailes.
Fra Sergio Galdi (Italia), fra Ziad Assaf, fra Jihad Krayem, fra William Makary (estos tres últimos del Líbano) y fra Ariel Dubé (Argentina) habían entrado en el noviciado el año pasado, después de su vestición en el Monte Nebo.
Después de un año de noviciado, pasado en Belén, se han entregado al Señor en el seno de la comunidad franciscana, en la iglesia de Santa Catalina, que está al lado de la Basílica de la Natividad. Una iglesia abarrotada no sólo de la presencia de los frailes sino también de numerosos parroquianos de Belén que rodeaban a “sus” novicios con su oración afectuosa, de algunos miembros de sus familias y de numerosos religiosos y religiosas de los alrededores.
Este compromiso se asume por un año, y desde ahora los frailes se convierten en “profesos”. Después, por un período de al menos tres años, renovarán el mismo compromiso, hasta la profesión solemne. El Padre Custodio, en su homilía, ha recordado a los frailes que realizaban “un acto de consciente y libre adhesión a Cristo Crucificado, con el compromiso fuerte de vivir el Evangelio a la manera de san Francisco, formulando los votos de pobreza, castidad y obediencia para ser testigos de amor, instrumentos de paz, constructores de encuentro, de diálogo y de reconciliación, custodios de la esperanza cristiana en la Tierra Santa de Jesús”. Refiriéndose a los estigmas que san Francisco portaba en su carne, ha añadido: “Debemos vivir “los estigmas” de la contradicción humana, de las pobrezas de todo tipo, del dolor inocente, de las dudas de la fe, de la fatiga de un testimonio con frecuencia discutido, ignorado o ridiculizado”.
Después, el Custodio ha recibido sus votos, diciendo: “de parte del Señor, si la observas (la profesión), te prometo la vida eterna”. Y entregándoles la Regla de san Francisco, ha añadido: “que observándola puedas llegar a la perfecta caridad”.
La celebración, muy bella en su sobriedad, se ha caracterizado por un espíritu de alegría fraterna. Una alegría que se ha prolongado con toda la asamblea durante un refresco ofrecido en el convento de Belén.
Los jóvenes profesos continuarán su ciclo de estudios en el convento de San Salvador en Jerusalén. Los tres frailes libaneses ya han terminado sus estudios de filosofía (en su lengua materna) en el convento de Harissa, Líbano, donde han realizado un postulantazo de tres años. Así pues, continuarán directamente con la teología.
Al inicio del año lectivo 2007, el convento de San Salvador cuenta con: 4 frailes estudiantes de filosofía y 35 estudiantes de teología. Son de 14 nacionalidades distintas: Argentina, Brasil, Canadá, Croacia, España, Italia, Iraq, Israel, Jordania, Líbano, México, Polonia, Rusia y USA). 22 frailes están destinados el servicio de la Custodia, mientras los demás, después de sus estudios, regresarán a sus provincias de origen.
MAB
Fra Sergio Galdi (Italia), fra Ziad Assaf, fra Jihad Krayem, fra William Makary (estos tres últimos del Líbano) y fra Ariel Dubé (Argentina) habían entrado en el noviciado el año pasado, después de su vestición en el Monte Nebo.
Después de un año de noviciado, pasado en Belén, se han entregado al Señor en el seno de la comunidad franciscana, en la iglesia de Santa Catalina, que está al lado de la Basílica de la Natividad. Una iglesia abarrotada no sólo de la presencia de los frailes sino también de numerosos parroquianos de Belén que rodeaban a “sus” novicios con su oración afectuosa, de algunos miembros de sus familias y de numerosos religiosos y religiosas de los alrededores.
Este compromiso se asume por un año, y desde ahora los frailes se convierten en “profesos”. Después, por un período de al menos tres años, renovarán el mismo compromiso, hasta la profesión solemne. El Padre Custodio, en su homilía, ha recordado a los frailes que realizaban “un acto de consciente y libre adhesión a Cristo Crucificado, con el compromiso fuerte de vivir el Evangelio a la manera de san Francisco, formulando los votos de pobreza, castidad y obediencia para ser testigos de amor, instrumentos de paz, constructores de encuentro, de diálogo y de reconciliación, custodios de la esperanza cristiana en la Tierra Santa de Jesús”. Refiriéndose a los estigmas que san Francisco portaba en su carne, ha añadido: “Debemos vivir “los estigmas” de la contradicción humana, de las pobrezas de todo tipo, del dolor inocente, de las dudas de la fe, de la fatiga de un testimonio con frecuencia discutido, ignorado o ridiculizado”.
Después, el Custodio ha recibido sus votos, diciendo: “de parte del Señor, si la observas (la profesión), te prometo la vida eterna”. Y entregándoles la Regla de san Francisco, ha añadido: “que observándola puedas llegar a la perfecta caridad”.
La celebración, muy bella en su sobriedad, se ha caracterizado por un espíritu de alegría fraterna. Una alegría que se ha prolongado con toda la asamblea durante un refresco ofrecido en el convento de Belén.
Los jóvenes profesos continuarán su ciclo de estudios en el convento de San Salvador en Jerusalén. Los tres frailes libaneses ya han terminado sus estudios de filosofía (en su lengua materna) en el convento de Harissa, Líbano, donde han realizado un postulantazo de tres años. Así pues, continuarán directamente con la teología.
Al inicio del año lectivo 2007, el convento de San Salvador cuenta con: 4 frailes estudiantes de filosofía y 35 estudiantes de teología. Son de 14 nacionalidades distintas: Argentina, Brasil, Canadá, Croacia, España, Italia, Iraq, Israel, Jordania, Líbano, México, Polonia, Rusia y USA). 22 frailes están destinados el servicio de la Custodia, mientras los demás, después de sus estudios, regresarán a sus provincias de origen.
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