En la mañana del sábado 21 de enero, una amplia representación de los frailes franciscanos de Jerusalén, guiados por el vicario custodial, fray Artemio Vítores, ha visitado a la comunidad armenia para transmitirle sus felicitaciones con ocasión de la Navidad, intercambiando así el cordial y amistoso gesto realizado por la Iglesia armenia el pasado 27 de diciembre, cuando fueron los franciscanos de la Custodia los que recibieron las felicitaciones por la fiestas navideñas católicas. En Tierra Santa, la diversidad de calendario y ritos hace que las celebraciones de la Navidad se prolonguen durante un período de tiempo más largo que en otros lugares. En particular, el 6 de enero, cuando los católicos celebran la fiesta de la Epifanía del Señor, las Iglesias ortodoxas (griega, siríaca, copta y etíope) comienzan con el tiempo navideño. El 19 de enero, cuando los ortodoxos celebran la fiesta de la Epifanía, la comunidad armenia celebra al mismo tiempo, en una única fiesta, la Navidad y la Epifanía. De esta forma se concluye en Tierra Santa el período navideño.
En procesión con los kawas, desde el convento de San Salvador y a través de las callejuelas de la Ciudad Vieja de Jerusalén hasta el barrio armenio –que se encuentra a la derecha de la Puerta de Jaffa-, el grupo de frailes franciscanos, entre los que estaban fray Silvio de la Fuente, secretario custodial, fray Noel Muscat, discreto de Tierra Santa, y muchos estudiantes del Studium Biblicum Franciscanum, fue recibido calurosamente por la comunidad de monjes y seminaristas armenios. Los frailes fueron después dirigidos a una hermosa sala, elegantemente adornada y dominada por un imponente cuadro de Cristo sobre la pared del fondo. En su breve intervención, fray Artemio ha subrayado el valor de este tradicional intercambio de felicitaciones navideñas que liga a las comunidades cristianas de Tierra Santa y ha recordado con satisfacción las fraternas relaciones que siempre ha habido entre la Iglesia armenia y la familia franciscana de la Custodia. Tras las cordiales palabras pronunciadas por las autoridades religiosas armenias, la reunión ha proseguido con un tranquilo momento más informal durante el que se ha ofrecido a los húespedes el tradicional dulce con café y licor. Una foto de grupo ha puesto fin a esta agradable reunión.
En la tarde del sábado, una vez terminados los encuentros oficiales y la celebraciones del período navideño para todas las confesiones cristianas, ha comenzado también en Jerusalén, en la iglesia del Santo Sepulcro, la Semana de oración por la unidad de los Cristianos, que este año tiene por lema Todos seremos transformados por la victoria de Jesucristo, nuestro Señor (cfr 1 Cor 15,51-58) y que, debido a la prolongación de las fiestas navideñas, en Tierra Santa comienza normalmente con algún día de retraso. Continúa de esta forma, con estos sugerentes encuentros de oración común, la significativa y preciosa historia de apertura y acercamiento recíproco que las Iglesias cristianas de Tierra Santa persiguen con empeño y solicitud, a lo largo de un camino no siempre fácil pero profunda y auténticamente humano y cristiano.
Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de fray Giorgio Vigna
En procesión con los kawas, desde el convento de San Salvador y a través de las callejuelas de la Ciudad Vieja de Jerusalén hasta el barrio armenio –que se encuentra a la derecha de la Puerta de Jaffa-, el grupo de frailes franciscanos, entre los que estaban fray Silvio de la Fuente, secretario custodial, fray Noel Muscat, discreto de Tierra Santa, y muchos estudiantes del Studium Biblicum Franciscanum, fue recibido calurosamente por la comunidad de monjes y seminaristas armenios. Los frailes fueron después dirigidos a una hermosa sala, elegantemente adornada y dominada por un imponente cuadro de Cristo sobre la pared del fondo. En su breve intervención, fray Artemio ha subrayado el valor de este tradicional intercambio de felicitaciones navideñas que liga a las comunidades cristianas de Tierra Santa y ha recordado con satisfacción las fraternas relaciones que siempre ha habido entre la Iglesia armenia y la familia franciscana de la Custodia. Tras las cordiales palabras pronunciadas por las autoridades religiosas armenias, la reunión ha proseguido con un tranquilo momento más informal durante el que se ha ofrecido a los húespedes el tradicional dulce con café y licor. Una foto de grupo ha puesto fin a esta agradable reunión.
En la tarde del sábado, una vez terminados los encuentros oficiales y la celebraciones del período navideño para todas las confesiones cristianas, ha comenzado también en Jerusalén, en la iglesia del Santo Sepulcro, la Semana de oración por la unidad de los Cristianos, que este año tiene por lema Todos seremos transformados por la victoria de Jesucristo, nuestro Señor (cfr 1 Cor 15,51-58) y que, debido a la prolongación de las fiestas navideñas, en Tierra Santa comienza normalmente con algún día de retraso. Continúa de esta forma, con estos sugerentes encuentros de oración común, la significativa y preciosa historia de apertura y acercamiento recíproco que las Iglesias cristianas de Tierra Santa persiguen con empeño y solicitud, a lo largo de un camino no siempre fácil pero profunda y auténticamente humano y cristiano.
Texto de Caterina Foppa Pedretti
Fotos de fray Giorgio Vigna