El 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, ha sido una jornada histórica para Nazaret pues se han inaugurado tres nuevos órganos de tubo, colocados respectivamente en la basílica superior e inferior de la iglesia de la Anunciación y en la vecina iglesia de San José. Estos preciosos instrumentos, que enriquecerán la liturgia y las posibilidades musicales de Nazaret, han sido construidos por la empresa austriaca Rieger y donados por el pueblo austriaco por medio de la Comisaría de Tierra Santa de Viena. La bendición de los nuevos órganos fue impartida por el P. Oliver Ruggenthaler, ministro provincial de los frailes menores austriacos, durante la celebración eucarística presidida por el custodio de Tierra Santa, P. Pierbattista Pizzaballa, en presencia del embajador de Austria en Israel Franz Joseph Kuglitsch. La misa fue concelebrada, entre otros, por el P. Ricardo Bustos, guardián de la basílica de la Anunciación, y por el P. Amyad Sabara, párroco de Nazaret. En el momento de la incensación los tres órganos hicieron sentir al mismo tiempo su voz, en manos del P. Armando Pierucci en la basílica superior, el P. Petrus Schüller en la basílica inferior y por el maestro Haig Vosgueritchián, organista titular y director del coro de la basílica de la Anunciación.
El gran artífice de esta operación ha sido el infatigable fray Stanislaus Bertagnolli que, como comisario de Tierra Santa, en sus 30 años de actividad ha posibilitado la construcción de nuevos órganos para el Santo Sepulcro, para la iglesia de San Salvador de Jerusalén y para la iglesia de Santa Catalina junto a la basílica de la Natividad de Belén. Fray Stanislaus ha estado acompañado por el nuevo comisario de Tierra Santa en Austria, fray Elias Van Haaren.
Al finalizar la misa, el P. Pizzaballa ha condecorado a fray Bertagnolli con la distinción «Grato animo», la condecoración oficial de Tierra Santa. Por su parte, fray Stanislaus –que ha celebrado la liturgia con los ornamentos diaconales- ha ofrecido un conmovedor programa tocando con su simple armónica himnos marianos junto a la imponente presencia de los grandes órganos Rieger, que en ese momento callaban respetuosos ante la exhibición de su anciano benefactor.
Por la tarde, los secretos y posibilidades de los nuevos órganos han sido magistralmente desvelados por el organista italiano Paolo Oreni, con un «triple concierto itinerante», que ha visto cómo el artista y el público se desplazaban de una iglesia a otra en una especie de peregrinación musical. El presidente de la empresa Rieger, Sr. Wendelin Eberle, ha presentado las características de cada instrumento, mostrándose de orgulloso por el hecho de que ahora sus órganos están presentes en los más importantes santuarios de la cristiandad.
El P. Pierbattista Pizzaballa, dando las gracias a los benefactores austriacos por su generosidad, ha hablado de la importancia fundamental del órgano en la liturgia y del esfuerzo de la Custodia en la formación de nuevos organistas por medio del Instituto Magníficat. El P. Pizzaballa ha anunciado también la intención de la Custodia de Tierra Santa de organizar un festival de órgano que permita a estos prestigiosos instrumentos manifestar toda su potencialidad en beneficio de los peregrinos y de las comunidades locales.
Fray Riccardo Ceriani
El gran artífice de esta operación ha sido el infatigable fray Stanislaus Bertagnolli que, como comisario de Tierra Santa, en sus 30 años de actividad ha posibilitado la construcción de nuevos órganos para el Santo Sepulcro, para la iglesia de San Salvador de Jerusalén y para la iglesia de Santa Catalina junto a la basílica de la Natividad de Belén. Fray Stanislaus ha estado acompañado por el nuevo comisario de Tierra Santa en Austria, fray Elias Van Haaren.
Al finalizar la misa, el P. Pizzaballa ha condecorado a fray Bertagnolli con la distinción «Grato animo», la condecoración oficial de Tierra Santa. Por su parte, fray Stanislaus –que ha celebrado la liturgia con los ornamentos diaconales- ha ofrecido un conmovedor programa tocando con su simple armónica himnos marianos junto a la imponente presencia de los grandes órganos Rieger, que en ese momento callaban respetuosos ante la exhibición de su anciano benefactor.
Por la tarde, los secretos y posibilidades de los nuevos órganos han sido magistralmente desvelados por el organista italiano Paolo Oreni, con un «triple concierto itinerante», que ha visto cómo el artista y el público se desplazaban de una iglesia a otra en una especie de peregrinación musical. El presidente de la empresa Rieger, Sr. Wendelin Eberle, ha presentado las características de cada instrumento, mostrándose de orgulloso por el hecho de que ahora sus órganos están presentes en los más importantes santuarios de la cristiandad.
El P. Pierbattista Pizzaballa, dando las gracias a los benefactores austriacos por su generosidad, ha hablado de la importancia fundamental del órgano en la liturgia y del esfuerzo de la Custodia en la formación de nuevos organistas por medio del Instituto Magníficat. El P. Pizzaballa ha anunciado también la intención de la Custodia de Tierra Santa de organizar un festival de órgano que permita a estos prestigiosos instrumentos manifestar toda su potencialidad en beneficio de los peregrinos y de las comunidades locales.
Fray Riccardo Ceriani