Triunfo del Magníficat en la gala de conciertos de la Universidad de los Mormones, con Jiries Boullata, Haig Aram Vosgueritchian y el coro Yasmeen dirigido por Hania Sabbara | Custodia Terrae Sanctae

Triunfo del Magníficat en la gala de conciertos de la Universidad de los Mormones, con Jiries Boullata, Haig Aram Vosgueritchian y el coro Yasmeen dirigido por Hania Sabbara

29 de Noviembre de 2011

El concierto del Magníficat en el Jerusalem Center for Near Eastern Studies, la Brigham Young University, más conocida como la Universidad de los Mormones, es, desde hace algunos años, una cita obligada. Hace tiempo ya que la dirección del Center tiene en gran estima al Instituto Magníficat, precisamente porque la actividad musical es muy importante para los mormones. Así, el Center de Jerusalén organiza una gala de conciertos poniendo gratuitamente a disposición de los músicos de la región su estupendo auditorio, una sala con 350 butacas y paredes de vidrio que, desde el Monte de los Olivos, permiten ver Jerusalén.
Todos los músicos profesionales de Tierra Santa, «desde Dan a Bersabea», han tocado en el Center, pero los estudiantes del Magníficat, cada año, tienen la suerte de tener un «espacio reservado».

El concierto de este año, sin embargo, no ha corrido a cargo de los estudiantes sino de los profesores del Magníficat. Hace algunos años, el pianista Jiries Boullata y el organista Haig Aram Vosgueritchian tocaron en los mormones junto a algunos de los mejores alumnos del Instituto Magníficat. Ahora, superado el examen final de su larga formación con una nota de 110 y «laude» -que se desarrolló entre Jerusalén y el Conservatorio de Vicenza- y en su segundo año como profesores, se han presentado al público de «aficionados» del Center con un programa bastante exigente: Schumann y Chopin para Boullata; Schumann, Lemmens y Dubois para Vosgueritchian. Como se puede observar, a pesar de su joven edad, los dos concertistas han elegido páginas profundas que dejan poco espacio a la espectacularidad y la virtuosidad. Boullata ha mostrado la profundidad de su interpretación especialmente en la Fantasía en fa menor, Op. 49, uno de los vértices de la profundidad pianística de Chopin; mientras que Vosgueritchian ha interpretado la Fuga sobre el nombre de Bach, Op. 60 nº 1, y el Estudio en Canon, Op. 56 nº 4, de Schumann, dos obras que los organistas evitan tocar en público por la gran concetración que requieren.

Después, juntos, tras algunas canciones con las que el coro Yasmeen, dirigido como siempre magistralmente por Hania Soudah Sabbarah, ha felicitado las próximas navidades, los dos concertistas han interpretado la Marcha triunfal, Op. 34, de A. Guilmant para órgano y pianoforte.
Y la palabra triunfal es la que más se ha repetido al final de la tarde; un triunfo que ha dado a los dos concertistas la seguridad de haber sabido transmitir su expresividad y el correspondiente entusiasmo del público; y al Magníficat, la satisfacción de una elección bien hecha con la exhibición de su profesionalidad académica y su excelencia interpretativa.

PAP