El domingo 11 de octubre, la comunidad española de Jerusalén no ha dejado de participar en la misa celebrada en honor de Nuestra Señora del Pilar, en la iglesia del convento de San Salvador de Jerusalén. Esta fiesta de la Virgen, inscrita en el calendario de la Iglesia el 12 de octubre, se funde con el Día de la Hispanidad, fiesta nacional española. Invitando al cónsul general de España en Jerusalén a unirse a la misa de acción de gracia, la Custodia quiere recordar, con la Madre de Dios, también sus lazos con España.
Fray Marcelo Cichinelli, discreto de lengua española que ha presidido la celebración, ha recordado que «esta fiesta tiene su origen en la génesis misma de la Orden franciscana cuando los frailes, bien pronto, quisieron servir como sacristanes en las casas reales. Ya no somos capellanes, pero el vínculo sigue y ha evolucionado con el curso de los siglos. En contra de la evolución de los regímenes políticos, la Custodia siempre ha querido agradecer con la oración a las naciones que la apoyan en su misión. Hay dos celebraciones anuales por España: la primera, en la intimidad del Santo Sepulcro, por la onomástica del rey; la segunda, por Nuestra Señora del Pilar, patrona de España».
En la celebración estaban presentes una veintena de sacerdotes y entre ellos el vicario custodial, fray Dobromir Jasztal, el guardián del «pequeño Cenáculo» (Cenacolino), fray Enrique Bermejo –que ha pronunciado la homilía- y numerosos frailes de la comunidad. Su Excelencia Fernando Carderera Soler, embajador de España en Tel Aviv, ha venido para la ocasión, así como varios representantes del Consulado General en Jerusalén, y entre ellos varios miembros de la Guardia Civil.
Su Excelencia Juan José Escobar, cónsul general en Jerusalén, acompañado de su señora, ocupaba puesto de honor. Para el sitio de la Custodia (www.custodia.org), ha recordado que los antiguos vínculos entre la Custodia y España fueron renovados y formalizados mediante un tratado entre España y la Santa Sede en 1994.
Mientras que la tensión en Jerusalén ocupa los titulares de los telediarios en Europa, hemos preguntado al cónsul general si el servicio consular ha dado alguna advertencia para los ciudadanos españoles residentes aquí o a los peregrinos. «Hemos actualizado los consejos para los viajantes –ha afirmado el diplomático-. No desaconsejamos que se venga a Tierra Santa, pero invitamos a adoptar medidas de prudencia y vigilancia. En Jerusalén, hemos llamado la atención sobre la calle El Wadi, la zona de la ciudad vieja», que va de la Puerta de Damasco en dirección al Muro occidental.
A pesar de la atmósfera enrarecida presente en la ciudad, esta celebración –en la que se ha pedido por la paz entre los dos pueblos en lucha por esta tierra única- ha sido un paréntesis de alegría que ha concluido con un refresco en la Curia.
A todos los españoles de Tierra Santa y del mundo, la Custodia les felicita con ocasión de su fiesta nacional, sin olvidar a todos aquellos que durante siglos han trabajado con generosidad.
Fray Marcelo Cichinelli, discreto de lengua española que ha presidido la celebración, ha recordado que «esta fiesta tiene su origen en la génesis misma de la Orden franciscana cuando los frailes, bien pronto, quisieron servir como sacristanes en las casas reales. Ya no somos capellanes, pero el vínculo sigue y ha evolucionado con el curso de los siglos. En contra de la evolución de los regímenes políticos, la Custodia siempre ha querido agradecer con la oración a las naciones que la apoyan en su misión. Hay dos celebraciones anuales por España: la primera, en la intimidad del Santo Sepulcro, por la onomástica del rey; la segunda, por Nuestra Señora del Pilar, patrona de España».
En la celebración estaban presentes una veintena de sacerdotes y entre ellos el vicario custodial, fray Dobromir Jasztal, el guardián del «pequeño Cenáculo» (Cenacolino), fray Enrique Bermejo –que ha pronunciado la homilía- y numerosos frailes de la comunidad. Su Excelencia Fernando Carderera Soler, embajador de España en Tel Aviv, ha venido para la ocasión, así como varios representantes del Consulado General en Jerusalén, y entre ellos varios miembros de la Guardia Civil.
Su Excelencia Juan José Escobar, cónsul general en Jerusalén, acompañado de su señora, ocupaba puesto de honor. Para el sitio de la Custodia (www.custodia.org), ha recordado que los antiguos vínculos entre la Custodia y España fueron renovados y formalizados mediante un tratado entre España y la Santa Sede en 1994.
Mientras que la tensión en Jerusalén ocupa los titulares de los telediarios en Europa, hemos preguntado al cónsul general si el servicio consular ha dado alguna advertencia para los ciudadanos españoles residentes aquí o a los peregrinos. «Hemos actualizado los consejos para los viajantes –ha afirmado el diplomático-. No desaconsejamos que se venga a Tierra Santa, pero invitamos a adoptar medidas de prudencia y vigilancia. En Jerusalén, hemos llamado la atención sobre la calle El Wadi, la zona de la ciudad vieja», que va de la Puerta de Damasco en dirección al Muro occidental.
A pesar de la atmósfera enrarecida presente en la ciudad, esta celebración –en la que se ha pedido por la paz entre los dos pueblos en lucha por esta tierra única- ha sido un paréntesis de alegría que ha concluido con un refresco en la Curia.
A todos los españoles de Tierra Santa y del mundo, la Custodia les felicita con ocasión de su fiesta nacional, sin olvidar a todos aquellos que durante siglos han trabajado con generosidad.