Un bautismo a orillas del Jordán | Custodia Terrae Sanctae

Un bautismo a orillas del Jordán

El domingo 11 de enero los frailes franciscanos han acompañado al custodio hasta la orilla del río Jordán para conmemorar el bautismo de Jesús. La fiesta forma parte de las tres manifestaciones de Jesús como Mesías e Hijo de Dios, junto a la Epifanía –celebrada la semana pasada- y las bodas de Caná, el domingo próximo.

La primera etapa ha tenido lugar en Jericó, en la parroquia del Buen Pastor. El párroco, fray Mario Hadchiti, y las autoridades locales han recibido a la asamblea en el jardín. El gobernador de la ciudad, Mayed Fityani, ha destacado la unidad del pueblo palestino, compuesto por cristianos y musulmanes. Ha excusado al resto de representantes, que habían viajado a Francia para simbolizar la lucha contra el terrorismo durante la marcha organizada en París.

El custodio de Tierra Santa, padre Pierbattista Pizzaballa, ha querido destacar también el ejemplo de coexistencia cristiano-musulmana en Palestina. Es cierto que hay algunos problemas, pero el espíritu positivo que reina permite resolverlos. Dando las gracias a las autoridades por su ayuda a los cristianos, ha asegurado que la Custodia estará siempre presente para apoyarles, con acciones y con la oración.

Posteriormente, los franciscanos han vuelto a tomar el autobús para dirigirse hacia Kasr al Yahud, lugar del bautismo de Cristo junto al Jordán. Allí se han vuelto a reunir con los peregrinos y parroquianos, llegados también en autobús, menos numerosos que en años anteriores a causa del frío. Los cónsules generales de España e Italia enviaron a sus representantes. Todos se acercaron hasta el río en procesión, al ritmo de los kawas que abrían la marcha al son de las notas del «Christus vincit, Christus regnat, Christus imperat», cantado por la asamblea.

Tras la bendición del agua y, después, de la asamblea, ha comenzado la misa en el exterior. La homilía de fray Mario se ha centrado en el evangelio del bautismo (Mc 1,7-11). Un evangelio «breve pero denso de significado, en el que Dios, presentando a su "Hijo predilecto", nos pide que escuchemos el mensaje del Salvador». Es un lugar que nos invita, a nosotros cristianos, a despertar, a ser honestos con nosotros mismos y a poner a Jesús en el primer puesto en nuestras vidas.

Tras la misa, las fotos de las orillas del río Jordán, acrecentado por las fuertes lluvias recientes, se han sucedido sin parar. Los padres de una niña, bautizada durante la misa, han querido fotografiarla con el custodio, mientras el resto seguía hablando de la crecida del río. Las previsiones meteorológicas desfavorables han hecho que se suspendiera el tradicional piscolabis de Jericó, pero la única agua que ha caído sobre los fieles ha sido el agua bendita con que el custodio ha aspergido abundantemente a los presentes. Seguro que no dejará de dar fruto en la fe de los fieles.