Un franciscano arqueólogo entre la ciencia y la fe | Custodia Terrae Sanctae

Un franciscano arqueólogo entre la ciencia y la fe

Michele Piccirillo, franciscano arqueólogo entre ciencia y providencia" es el título de la monografía a cargo del sacerdote Claudio Bottini y Massimo Luca del Studium Biblicum Franciscanum de Jerusalén, recientemente publicada por las Ediciones Tierra Santa de Milán.

Para los frailes menores de la Custodia de Tierra Santa, la arqueología es como una segunda vocación.
El nombre de Michele Piccirillo es hoy indiscutiblemente vinculado a los descubrimientos arqueológicos del Monte Nebo, la montaña jordana desde la cual Moisés contempló la Tierra Prometida, que hoy se ha vuelto una meta casi imprescindible para los peregrinos y los itinerarios culturales en Tierra Santa.

Una buena parte del libro está dedicado a los testimonios de amigos y personas ilustradas, que junto al perfil biográfico y al prefacio del amigo y defensor don Antonio Canestri ayudan a reconstruir la personalidad del fraile franciscano, fallecido en 2008. Los testimonios de los colegas arqueólogos serán recogidos en una miscelánea que el Studium Biblicum Franciscanum está preparando para honrar a su ilustre profesor.

La actividad arqueológica y publicitaria del sacerdote Piccirillo fue reconstruida a través de un borrador bibliográfico subdividido por argumentos que corresponden a los lugares y a los intereses de la investigación.

Franco Scaglia, un gran amigo de Piccirillo, lo definió un "libro de amor", es decir, escrito con amor por aquellos que lo quisieron, lo estimaron, y colaboraron con él.
Es un libro querido por los amigos del padre Michele, y luego realizado no sólo por los miembros del Studium Biblicum Franciscanum, sino por toda una serie de personajes, algunos distinguidos -- hemos referido también los mensajes de autoridades religiosas y políticas -- y por los simples amigos, colaboradores y colaboradoras del padre Michele. Un libro para recordarlo como persona, como franciscano y arqueólogo, que tuvo la suerte de moverse entre la ciencia que habría adquirido durante los estudios, y la providencia, que lo había colocado en circunstancias muy felices por los descubrimientos arqueológicos, por la red de amigos que colaboraban con él y por toda una serie de cosas verdaderamente bellas que harán que sea recordado mucho tiempo.