Unidos en la oración en Jerusalén: semana de oración por la unidad de los cristianos y Oración Extraordinaria de todas las Iglesias | Custodia Terrae Sanctae

Unidos en la oración en Jerusalén: semana de oración por la unidad de los cristianos y Oración Extraordinaria de todas las Iglesias

Jerusalén, 21-29 de enero de 2012

Las celebraciones ecuménicas que tienen lugar durante la Semana de oración por la unidad de los cristianos en Jerusalén son siempre sugerentes y fascinantes y este año, además, como viene siendo habitual, han comenzado con algunos días retraso respecto a otros lugares para respetar la clausura del largo período navideño que, en Tierra Santa, finaliza el 19 de enero con la fiesta de la Epifanía de los ortodoxos y con las fiesta de Navidad y Epifanía, celebradas en la misma fecha, de los armenios.

Los encuentros ecuménicos de oración, desarrollados en distintas lenguas entre los días 21 y 29 de enero, comenzaron la tarde del sábado con el oficio greco-ortodoxo del Apodeipnon, es decir, la oración de Completas, en el Calvario, dentro de la Basílica del Santo Sepulcro, donde se reunió la asamblea de participantes. Según la tradición, cada día es una comunidad cristiana distinta la que acoge este momento compartido de oración, al que sigue generalmente un agradable y simple momento fraterno que ofrece a los fieles de las distintas confesiones cristianas aproximarse de forma concreta los unos a los otros en un clima de fraternidad y cordialidad para conocerse y descubrir su cercanía en el camino de la fe. A esta primera cita han seguido las celebraciones en la catedral anglicana de San Jorge, la tarde del domingo 22 de enero, y después, el lunes, la emocionante ceremonia en la iglesia armenia de Santiago, íntimamente iluminada por las antiquísimas y tradicionales lámparas de aceite, las gantegues, que cuelgan de la alta cúpula de la catedral, y de las velas de cera que adornan los altares. Aquí, en la penumbra de una luz tenue y difusa, levemente acentuada por las velas que los religiosos y las numerosas personas presentes en esta reunión llevaban en la mano, la liturgia adquiere un sabor místico y evoca las tradiciones de la Cristiandad antigua, con oraciones y cantos pre-bizantinos y pre-gregorianos. Tras el encuentro siguiente, el martes 24 de enero, en la iglesia luterana del Redentor, a poca distancia de la Basílica del Santo Sepulcro, y también repleta de fieles de las distintas confesiones cristianas, ha sido la Iglesia latina quien ha organizado y presidido la liturgia ecuménica en el Patriarcado latino, la tarde del miércoles 25 de enero, y en el Cenáculo, al día siguiente. Estas citas de la Semana de oración por la unidad de los cristianos son una de las raras ocasiones anuales en las que se permiten las celebraciones cristianas en el Cenáculo. Los encuentros de oración se han concluido con las últimas tres citas: en la Iglesia etíope ortodoxa, con sede en el Jerusalén Este; en la Iglesia copta ortodoxa de St. Anthony, junto al Santo Sepulcro; y, finalmente, en la Iglesia greco-católica de la Anunciación, a poca distancia del Patriarcado latino, en la Puerta de Jaffa.

Además, este año, como ya sucedió en enero de 2011, la Semana de oración por la unidad de los cristianos se visto engalanada con un evento posterior, la Semana de oración extraordinaria de todas las Iglesias por la reconciliación, la unidad y la paz, que ha coincidido con la celebración ecuménica llevado a cabo el 28 de enero en la iglesia copta ortodoxa de St. Anthony, en el Patriarcado copto ortodoxo de Jerusalén. Una vez más, los responsables de las Iglesias cristianas de Tierra Santa y numerosísimos fieles de distintas confesiones se han reunido para celebrar esta cita tan esperada, acogidos por la comunidad copta, un grupo cristiano muy antiguo que nació en Egipto y que está presente en Tierra Santa desde los orígenes del Cristianismo. Esta Iglesia, que durante muchos siglos, hasta hoy, ha dado testimonio de su profunda fe en Jesucristo, un testimonio hasta el martirio incluso en tiempos recientes, ha propuesto para esta particular ocasión una celebración muy simple e intensa, inspirada en ricas tradiciones pero también sensible a las dificultades y los dramas que la comunidad copta está atravesando aún. Acogidos y guiados por S. E. Anba Abrahán, arzobispo de la Iglesia copta ortodoxa de Jerusalén, los numerosos participantes han podido alzar juntos su propia voz y oración en un momento de auténtica unidad de aspiraciones y sentimientos.
Ha sido una iniciativa especialmente emocionante, como subraya Veronique Nebel, que vive desde hace mucho tiempo en Tierra Santa desempeñando funciones de coordinadora de la Asociación Suiza de Amigos del Magníficat y es promotora de las citas de la oración extraordinaria de todas las Iglesias, que empezó en 2005 –poco después de la muerte del papa Juan Pablo II- y que quiere dar impulso al carisma especial de Jerusalén, Madre de todas las Iglesias, para elevar la voz unánime de la Cristiandad y abarcar en un único abrazo a los cristianos de todo el mundo. Así, el momento de oración ha sido retransmitido en directo por televisión a los cuatro continentes gracias a la disponibilidad de distintos canales cristianos y de un eficiente equipo de traductores y comentaristas en varias lenguas.

Momentos hermosos que dan vigor a la espiritualidad de Jerusalén y a su corazón cristiano, haciendo gustar a todos los fieles, a veces oprimidos por los problemas de una vida cotidiana difícil, la belleza y la alegría de ser cristianos en la tierra donde habita el sentido de esta historia extraordinaria.

Texto de Caterina Foppa Pedretti