El pasado 10 de febrero concluyó en Roma, en vez de Montefalco y con un día de antelación respecto de lo programado por las condiciones climatológicas tan adversas, el VII Congreso de formadores de la Custodia de Tierra Santa (6-10 de febrero de 2012). Los primeros dos días del Congreso, 6 y 7 de febrero, celebrados en la casa del Postulado de Montefalco, se dedicaron al tema de la «Motivación y resiliencia (resistencia) de los candidatos a la vida religiosa. Un itinerario para la formación inicial y permanente». El relator, fray Bruno Varriano, expuso con mucha profesionalidad el tema a los distintos formadores presentes de la Custodia: los animadores vocacionales de las distintas zonas en las que opera la provincia religiosa de la Custodia (además de Oriente Medio, representado por los animadores del Líbano, fray Toufic Bou Merhi, de Siria, fray Rami Petraki, y de Israel-Palestina, fray Badie Elias, y del responsable de la casa de acogida de Harissa, fray Aquilino Castillo, también los comisariados de Tierra Santa de Washington, con el animador fray Jacob Matthew Smith, y de Buenos Aires, con fray Rafael Sube), los maestros de las distintas etapas formativas (del Aspirantado, fray Agustín Pelayo, Postulado, fray Bahjat Karakach, y del Estudiantado teológico, fray Noel Muscat), los responsables de los estudios teológicos del Studium Theologicum Jerosolimitanum (en la persona del moderador de los estudios, fray Najib Ibrahim y del secretario del STJ, fray Giovanni Loche) y del moderador de la Formación Permanente de la Custodia (fray Marcelo Cichitelli).
En el tercer día de trabajo (el 8 de febrero) se inició el Consejo de Formación en el que cada fraile expuso la marcha de su trabajo, las dificultades que encuentra y los retos que debe afrontar en la región de su competencia o en la etapa formativa de la que es responsable. El Consejo continuó el día siguiente (9 de febrero), al término del cual se decidió realizar un cambio en el programa: en vez de ir a La Verna al día siguiente para visitar a los siete novicios de la Custodia de Tierra Santa que están realizando allí su año de Noviciado, se pensó en ir a Roma para reunirse con el padre custodio (fray Pierbattista Pizzaballa), habiendo previsión de nevadas y existiendo, por tanto, el riesgo de quedarse aislados en Montefalco. Así, la tarde del 10 de febrero, tras la reunión con el P. custodio, se realizó la verificación final del Congreso, dándose cita para el año siguiente, pero con la decisión de crear una red más estrecha de comunicación entre los distintos responsables de la formación para que el trabajo pueda suponer un mayor beneficio para los candidatos a la vida religiosa, que deben ser el dentro de atención de todo proceso formativo.
En el tercer día de trabajo (el 8 de febrero) se inició el Consejo de Formación en el que cada fraile expuso la marcha de su trabajo, las dificultades que encuentra y los retos que debe afrontar en la región de su competencia o en la etapa formativa de la que es responsable. El Consejo continuó el día siguiente (9 de febrero), al término del cual se decidió realizar un cambio en el programa: en vez de ir a La Verna al día siguiente para visitar a los siete novicios de la Custodia de Tierra Santa que están realizando allí su año de Noviciado, se pensó en ir a Roma para reunirse con el padre custodio (fray Pierbattista Pizzaballa), habiendo previsión de nevadas y existiendo, por tanto, el riesgo de quedarse aislados en Montefalco. Así, la tarde del 10 de febrero, tras la reunión con el P. custodio, se realizó la verificación final del Congreso, dándose cita para el año siguiente, pero con la decisión de crear una red más estrecha de comunicación entre los distintos responsables de la formación para que el trabajo pueda suponer un mayor beneficio para los candidatos a la vida religiosa, que deben ser el dentro de atención de todo proceso formativo.