Visita del Cardenal Sandri: Es Pascua porque has venido a buscarme | Custodia Terrae Sanctae

Visita del Cardenal Sandri: Es Pascua porque has venido a buscarme

A mediados de la Cuaresma (del 25 de febrero al 2 de marzo), Su Em. el Cardenal Leonardo Sandri ha venido por primera vez, desde que fue nombrado Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, de visita a Tierra Santa.

Se le han rendido todos los honores debidos a su alto ministerio. Ha realizado, como ningún otro Obispo habitualmente, todos los ingresos solemnes posibles. Así, el ingreso al Santo Sepulcro, bendecido por la copiosa lluvia que acompañó al cortejo por las calles del Ciudad Vieja de Jerusalén; el de Belén, en el primer atardecer con sol, haciendo el ingreso por la antigua calle de los Patriarcas, atravesando el enclave de la Tumba de Raquel, y precedido de una larga fila de automóviles venidos de Beit Jalla, Beit Sahour, Belén y Jerusalén; el de Nazaret, donde los cristianos árabes de nacionalidad israelí no han querido ser menos ni en cuanto a número ni en cuanto a acogida calurosa.

Este maratón de solemnidades no ha impedido trabajar al Cardenal. Su programa, de hecho, ha sido muy intenso. Además de los representantes de las Iglesias hermanas y separadas, se ha encontrado con la Asamblea de Ordinarios Católicos de Tierra Santa, los seminaristas del Patriarcado latino de Beit Jalla, ha visitado la Universidad de Belén y algunas comunidades religiosas, hasta llegar a Jordania. El Cardenal ha multiplicado, al mismo tiempo, los encuentros privados, y ha incluso podido atender las entrevistas de las televisiones y radios católicas.

En estas ocasiones ha podido renovar la llamada hecha por el mismo Papa a ayudar a los Cristianos de Tierra Santa mediante, entre otras cosas, la Colecta del Viernes Santo.

“Eminencia, ¿se siente feliz aquí?”, “Sí, soy muy feliz. Es la alegría contagiosa de la Tierra de Jesús. Él es nuestro Salvador. De Él hemos recibido la alegría, la paz, la reconciliación… a pesar de nosotros mismos y de aquéllos que buscan la división y la guerra. Pero Él, Jesús, es nuestra paz”.

El Cardinal Sandri ha sabido transmitir su alegría a su entorno durante su visita, aunque también él ha debido sembrar la paz en el corazón de los problemas más sensibles. Algunas visitas más íntimas han tocado el corazón de la Custodia de Tierra Santa: la misa en el Cenaculino, el convento franciscano del Monte Sión, el encuentro con gran parte de la comunidad de San Salvador (25 de febrero), la misa en la gruta del pesebre (miércoles 27) seguida de una rápida visita al convento de la Natividad, la cena en San Salvador y la comida en Nazaret, en el convento de la Anunciación.

¡Se ha comido carne en San Salvador en pleno miércoles de Cuaresma, en su honor! Los franciscanos podrán recordar este apotegma de San Benito de Nursia, transmitido por San Gregorio Magno en sus “Diálogos”. Cuando el Santo, viviendo como ermitaño, había perdido la noción del tiempo, recibió la visita de un sacerdote: “Levántate y comamos, porque hoy es la Pascua”, le dijo el sacerdote. El hombre de Dios le respondió: “Sé que es la Pascua, porque he merecido verte”.

Eminencia, Ud. ha hecho vivir a los franciscanos de la Custodia de Tierra Santa la alegría de la Pascua, no sólo porque han merecido verle, sino porque en cada encuentro no ha dejado de animarles en su misión aquí, en Tierra Santa.

“Aquí está nuestra casa, aquí está también su casa”, como le ha dicho el Custodio delante de la Piedra de la Unción en el Santo Sepulcro. Pero no sólo en los Santos Lugares, sirva de prueba la acogida calurosa y los cantos en lengua española que los estudiantes de San Salvador le han dedicado, manifestándole la alegría general. Por todo ello, bienvenido y gracias, Eminencia.

MAB