Comienza con un pensamiento por la paz la jornada que inaugura el Adviento de 2016. El 26 de noviembre, antes de dirigirse en procesión para su ingreso solemne en Belén, el custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton se ha reunido con los parroquianos de San Salvador y el mujtar Yacoub Amer, responsable de la comunidad latina de Jerusalén. El párroco de San Salvador, fray Nerwan, ha recordado a todos los que están sufriendo a causa de la guerra y después fray Patton ha dicho: «Necesitamos velar y rezar por la paz en Oriente Medio». En este sentido, ha hablado también de la iniciativa “Niños en oración por la paz”, en la que hermanos de todo el mundo cada primer domingo de mes invitarán a los niños a rezar por el cese de los conflictos.
«La iglesia de Jerusalén es llamada la madre de la Iglesia mundial – ha dicho el Custodio-. Formar parte de esta iglesia significa tener el corazón y la mente abiertos al mundo entero y nosotros, desde la Custodia de Tierra Santa, nos sentimos orgullosos de prestar servicio a esta iglesia». También, con motivo de la fiesta de Santa Catalina, fray Patton ha recordado el testimonio de la mártir que amaba a Jesús por encima de cualquier otro amor. Después de un momento de comunión con los parroquianos, el Custodio y el vicario de la Custodia han salido para su tradicional procesión y entrada en Belén. Una comitiva de coches, escoltada por el cuerpo de seguridad, ha dejado San Salvador con el Custodio a la cabeza de la procesión. A través de las calles de Jerusalén y salvando el tráfico, cortado en algunos puntos para permitir el paso de la comitiva, han realizado una parada en Mar Elías. El alcalde y el párroco de Beit Jala, junto con otro grupo de feligreses, han recibido al Custodio. La procesión después ha llegado a Belén, ante la Basílica de la Natividad, tras haber pasado sin parar delante de la tumba de Raquel.
En Belén, el entusiasmo y la participación han caracterizado este sábado de fiesta. Los niños esperaban en fila con sus uniformes rojos, los hermanos, delante de ellos, también alineados, preparados para recibir al Custodio en su entrada solemne. Los scout tocaban tambores y una gran multitud aguardaba impaciente. Entonces ha llegado el Custodio, entre los aplausos y los cánticos de alegría de los niños presentes. Le ha dado la bienvenida, a él y a sus acompañantes, fray Artemio Vitores, nuevo guardián de la hermandad en Belén. Fray Francesco Patton primero ha saludado a las autoridades civiles y políticas de Belén, como la alcaldesa Vera Baboun, y después ha entrado en la iglesia. Siguiendo las normas del Statu Quo, el superior armenio y el obispo griego ortodoxo de Belén han esperado al Custodio en el interior de la basílica.
Después de entrar en la iglesia de Santa Catalina, el Custodio ha hablado del ejemplo que dio la santa y del Adviento: «que la bendición de hoy nos dé la fuerza para amar al Señor como Santa Catalina y para esperarlo, vigilantes en la oración». Para iniciar oficialmente el año litúrgico, la asamblea se ha dirigido en procesión a la gruta de la Natividad y fray Patton ha encendido un cirio rojo en la llama de la gruta. Desde allí, la luz se ha propagado y se han encendido las velas de los sacerdotes y de todos los fieles en camino.
Un almuerzo entre los hermanos, celebrado en un ambiente de alegría fraterna, ha servido de descanso entre los momentos de oración. A continuación se han celebrado las primeras Vísperas y, un poco más tarde, el oficio de lecturas con una nueva procesión hacia la gruta de la Natividad. Con los cantos en latín y las oraciones, se ha anunciado la Navidad.
Beatrice Guarrera