La celebración del milagro de las bodas de Caná, en esta pequeña aldea de Galilea. Una fiesta para los católicos locales y para los esposos que renuevan las promesas de matrimonio.
«Haced lo que Él os diga». Las palabras, insistentes y confiadas, resuenan en la iglesia católica de Caná, pequeña aldea de Galilea. Aquí, como narra el Evangelio, Jesús llevó a cabo su primer milagro: Transformar el agua en vino, durante la celebración de una boda.
Dos mil años después, los fieles continúan celebrando aquel acontecimiento excepcional y así, el 15 de enero, en el primer domingo después del bautismo de Jesús, los católicos latinos participan en la misa presidida por Mons. Boulos Marcuzzo y concelebrada por el nuevo párroco franciscano.
P. HAITHAM YALDA HENNO, ofm
Párroco latino de Caná
“Las bodas de Caná son una invitación de Cristo a transformar la tristeza y el dolor en alegría en toda familia cristiana y en todo cristiano.”
Entre los cristianos de Caná, los católicos latino son hoy un millar de personas, apenas unas doscientas familias, junto a los católicos melquitas y los griegos ortodoxos, cuyos representantes participaron en la ceremonia.
S. E. Mons. GIACINTO-BOULOS MARCUZZO
Vicario Patriarcal para Israel
“Hoy hemos meditado en el concepto de familia cristiana. A la luz de la exhortación apostólica del Papa Francisco ‘Amoris Laetitia’ queremos que la familia esté siempre con Jesús y con la Virgen María y que sea testimonio de fe. Esta es mensajera de paz, amor y fe.”
Uno de los momentos tradicionales y más esperados de la ceremonia es la renovación de las promesas matrimoniales. Entre los protagonistas de este momento está la familia Zaher. Él es de Nazaret y ella nacida y criada en Caná, ambos implicados con el coro y con varias actividades, entre otras las decoraciones del altar.
RABAB ZEITOUN ZAHER
Familia de Nazaret
“Este año he querido dar un mensaje, como si la Virgen nos estuviera diciendo: ‘Venid a mí y llenad vuestras jarras con agua, mi agua, y yo la llevaré a mi hijo, que puede transformarla en vino.”
LUAI ZAHER
Familia de Nazaret
“Este momento para nosotros es muy importante: Renovamos nuestras promesas y recordamos que yo he dicho sí y ella ha dicho sí. Todos los momentos tristes pueden ser felices si estamos unidos y si vivimos nuestra vida como una familia cristiana, precisamente como Jesús ama a su Iglesia.”
