Vigilia del segundo domingo de Cuaresma en el Santo Sepulcro | Custodia Terrae Sanctae

Vigilia del segundo domingo de Cuaresma en el Santo Sepulcro

El domingo 25 de febrero era el segundo domingo de Cuaresma para los católicos y el primero para las Iglesias ortodoxas. Siguiendo la tradición, las comunidades cristianas han destacado este tiempo fuerte con oraciones especiales en el Santo Sepulcro. Se iniciaron el sábado por la tarde cuando, tras el ingreso solemne del obispo Mons. Marcuzzo, en representación del Patriarcado Latino, entraron los líderes de las otras Iglesias: greco-ortodoxa, siriaca, copta y armenia. Para los católicos era el momento de las vísperas y también las demás Iglesias pudieron celebrar sus liturgias.
Después del ingreso solemne en el Santo Sepulcro y antes de la misa del domingo por la mañana, para los franciscanos hay un momento importante en la basílica de la Resurrección: la celebración de la vigilia. En tiempo de Cuaresma, todos los fieles pueden unirse a esta oración del sábado por la noche.

Por eso, el Santo Sepulcro no dejó de llenarse de peregrinos ni siquiera al llegar la noche. Como un pulmón en plena actividad, parece que no puede parar de trabajar para toda la cristiandad. En la capilla franciscana del Santísimo Sacramento los frailes de la Custodia de Tierra Santa animaron la liturgia, cantando en latín. Presidió la vigilia el Custodio de Tierra Santa fray Francesco Patton, en presencia también del vicario fray DobromirJasztal, del secretario de Tierra Santa fray David Grenier y del presidente de la fraternidad del Santo Sepulcro, fray ZacheuszDrazek. La oración de maitines con las dos largas lecturas llevó a los fieles a reflexionar sobre el tiempo de Cuaresma, la cruz de Jesús y la Pascua. Después, la procesión precedida por los franciscanos dio la vuelta al edículo del Santo Sepulcro, donde Jesús fue sepultado y resucitó. A continuación, el Custodio de Tierra Santa celebró una misa en la capilla del Calvario.
«Es fundamental acoger el regalo de Jesús y, conforme a la palabra del Padre, aceptar la enseñanza del hijo – dijo fray Patton en su homilía –. Qué la palabra de Jesús guíe nuestro camino, no solo en esta Cuaresma, sino en toda nuestra vida».

Beatrice Guarrera