Todavía hay ambiente de vacaciones en la sede del Instituto Magnificat en Jerusalén, pero la música ya ha vuelto al trabajo. La escuela de música de la Custodia, ubicada en el convento de San Salvador, ha albergado el 29 y el 30 de agosto dos conciertos del Sounding Jerusalem Festival, un encuentro musical con músicos internacionales y locales. Seis citas en diferentes lugares de la ciudad vieja de Jerusalén, para concluir con un séptimo concierto al amanecer en el monte de las Tentaciones de Jericó. «Queremos crear un espacio abierto a todos, que llenaremos de música – decía el director del festival, Erich OskarHuetter -. En esta zona es especialmente importante crear humanidad y encuentros».
En la primera de las dos veladas musicales celebradas en el Magnificat actuaron cinco músicos con piano, violín, viola y violonchelo. Con sus instrumentos, y a través de la música de Mozart y Schumann, querían inspirar un “sentimiento de partida”, como sugería el nombre del evento. En el segundo concierto, el 30 de agosto, sin embargo, se concedió espacio a los estudiantes de la academia de la Custodia. «Nos reunimos con el director del festival en febrero, cuando vino a Jerusalén para impartir clases magistrales, y así surgió la amistad – explicaba fray Alberto Pari, director del Magnificat -. Durante la semana el equipo del festival organizó un taller para los alumnos más aventajados, que después actuaron el 30 de agosto». Una violonchelista, dos pianistas y cuatro violinistas entre los alumnos, además de la participación de un profesor, dieron vida al concierto titulado “visiones prometidas”.
La primera edición del Sounding Jerusalem Festival tuvo lugar en 2006 y se ha repetido cada año hasta 2011. Después de una larga ausencia de algunos años, ha vuelto en 2017 con una nueva edición de conciertos. El director Erich Oskar Huetter explicaba: «No hay nada religioso, social o político, sino que simplemente intentamos mantenernos abiertos a todos los que quieran escuchar música clásica. Se está promoviendo el diálogo, es algo que puede suceder, y por eso el lema de esta edición es “Sobre las posibilidades” – continuaba -. Cualquier cosa es posible. Es solo música, pero es mucho». El concierto símbolo del festival se celebrará el 31 de agosto en lo alto de la iglesia luterana del Redentor. Músicos situados en diferentes terrazas mantendrán un diálogo a través de la música, respondiéndose uno al otro a golpe de notas. «Quizá nadie entenderá las palabras, como si estuvieran hablando en código morse, pero sonarán. La idea es conectar en el aire lo que no es posible sobre la tierra», decía Erich Oskar Huette. Los protagonistas del acto serán músicos de Belén, de la Orquesta Filarmónica de Israel y Europa.
Tras acoger el Sounding Jerusalem Festival, el Instituto Magnificat se prepara para reabrir sus puertas. El primer día de clase es el 8 de septiembre y muchos desafíos esperan a la escuela de música este año. Tenemos músicos de toda Europa que quieren venir a colaborar, tenemos más estudiantes –más de 220 – y este año saldrá el primer graduado de la academia, afirma el director, fray Alberto. Piano, violín, viola, violonchelo, guitarra, percusión clásica, canto, fagot, oboe, clarinete, trompa y trombón son las disciplinas que se imparten y están programadas también varias giras por Europa. Para seguir siempre viajando con la música.
Beatrice Guarrera