Como ya es tradición, también este 26 de diciembre se ha celebrado la misa del custodio fray Francesco Patton en la enfermería del convento de San Salvador. A las 7:30 de la mañana numerosos frailes se han reunido en la sala de la enfermería para compartir la festividad de San Esteban con los hermanos más ancianos, las religiosas y el personal. Tras la misa ha tenido lugar un almuerzo, en un ambiente de fiesta y cordialidad.
Durante la homilía, el Custodio ha animado a los hermanos más ancianos, «aquellos que diariamente experimentan lo que significa unir el propio sufrimiento al de Cristo», recordando cómo, de alguna forma, también las experiencias de sufrimiento pueden conducirnos a un gozo espiritual, como en el ejemplo de San Esteban mártir. Fray Francesco Patton ha subrayado que «estamos en la octava de Navidad y la liturgia nos recuerda que seguimos estando en el día de Navidad. Mediante la celebración de San Esteban, el primer mártir, la liturgia nos permite entender que Jesús ha venido para dar la vida por nosotros. La Navidad nos hace ya entrever en cierto modo la Pascua. A partir de ahora, la vida de Dios está abierta para nosotros».
La misa ha sido acompañada con villancicos. A continuación, el Custodio ha expresado su agradecimiento a los frailes de la comunidad, las religiosas y el personal de la enfermería.
«Esta misa siempre es muy bella. Más que nunca durante las fiestas navideñas compartir este momento en comunidad es importante. Para mí es motivo de alegría – cuenta fray Yad, responsable de la enfermería y de la casa de reposo – y estar aquí todos juntos supone una ocasión especial sobre todo para los hermanos de la enfermería». De hecho, fray Mario, que se aloja en la enfermería, señala: «me han gustado las palabras que nos ha dirigido el Custodio. El ejemplo de San Esteban es sufrimiento y alegría». Y confirma: «¡Todos han disfrutado de esta jornada!»