El domingo 28 de julio concluyó para los 18 frailes que se preparan para la profesión solemne el llamado “mes canónico”, es decir, el mes de retiro antes del día en que serán admitidos definitivamente en la Orden de los Frailes Menores.
La última semana de su recorrido la pasaron en el convento de los frailes capuchinos de Jerusalén, en los ejercicios espirituales predicados por el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton, que reflexionó sobre la vocación a la luz del evangelio de Marcos y sobre los votos de obediencia, pobreza (sine proprio) y castidad.
El discipulado y los votos
«La semana final dedicada a los ejercicios espirituales es un tiempo de especial intensidad – dijo el Custodio – desde el punto de vista de la oración, la reflexión y la relación con la Palabra de Dios. El recorrido que he propuesto está vinculado con el discipulado descrito en el evangelio de Marcos, porque Francisco define nuestra vida como “seguir las huellas de Nuestro Señor Jesucristo”, observando el evangelio de Nuestro Señor Jesucristo y viviendo en obediencia, sin nada propio y en castidad».
«Creo que es fundamental, antes de asumir el compromiso de forma definitiva y solemne, hacer una síntesis en torno al tema de los votos, que son la respuesta a un don y son llamados “consejos evangélicos”. Cuando hablamos de la obediencia, esta es lo que nos lleva a confiar en Dios hasta el final, por encima de todo, pero también en la fraternidad en la que nos integramos, viviendo “sin nada propio” – que es lo típico del franciscanismo. Finalmente, el tema de la castidad que en evangelio está claramente vinculado al tema de estar totalmente para el reino de Dios».
El regalo de poder vivir este momento en Tierra Santa
Los jóvenes frailes pudieron vivir este último momento de reflexión y oración sobre su vocación precisamente en la tierra elegida por Dios para su encarnación. «Sin duda, poder hacer su profesión aquí representa un regalo extraordinario – admite fray Francesco Patton – y seguramente tiene una repercusión especial porque, además, releyendo los pasajes del evangelio de Marcos, en ellos se recuerdan todos los lugares que los frailes conocen bien y por tanto pueden visualizarse fácilmente en ellos y encontrar su lugar en este camino tras las huellas de Jesús».
Durante la homilía dominical, celebrada en la capilla de la comunidad de los capuchinos, el Custodio dirigió a los frailes una última oración y recomendación: «Demos gracias al Señor porque esta semana nos ha ayudado a realizar un valioso camino de profundización en el significado de entrar en relación con Él, de crecer en la relación con Él, que es la más importante y determinante. Sigamos entonces las palabras de San Pablo que hoy en la segunda lectura nos exhorta: “Os ruego que andéis como pide la vocación a la que habéis sido convocados. Sed siempre humildes y amables, sed comprensivos, sobrellevaos mutuamente con amor, esforzándoos en mantener la unidad del Espíritu con el vínculo de la paz”».
Silvia Giuliano
