“Cada vez que Dios se acerca al hombre, este se encierra en sí mismo porque tiene miedo”. Así comenzabafray Emad Kamel, responsable de la pastoral juvenil de la Custodia de Tierra Santa, ante los ochenta asistentes. “Y cada vez, proseguía, Dios le dice: «No tengas miedo». Todos nosotros queremos realizar grandes cosas pero, ¿qué lugar ocupa Jesús en nuestras vidas?”.
El encuentro de Adviento de la juventud franciscana en Belén reunió a jóvenes de Galilea, Jerusalén y Belén. El lema era «Los pastores de Belén» y, como centro del encuentro estaba el tema de la humildad. La jornada se inició en la Acción Católica de Belén, continuó en la basílica de la Natividad con un momento de oración en la gruta, para concluir más tarde con una peregrinación y una misa en el Campo de los Pastores de Beit Sahour.
“La juventud de Tierra Santa nos interesa mucho, explica fray Emad, les dedicamos un esfuerzoespecial porque ellos son el futuro de la Tierra Santa. Sí, les dedicamos mucho trabajo y mucho amor porque queremos seguir juntos a Jesucristo. Queremos estar cerca de Él en una época en la que nos atrae constantemente el mundo material”.
La importancia de esta reunión, como él subrayaba, consiste sobre todo en preparar los corazones para encontrar a Jesús. Ese es el verdadero encuentro, lejos de regalos, vestidos bonitos y luces de fiesta. En esa sencillez, “que Él llegue a nuestros corazones, que nazca en mi vida. Esperamos que la pausa de este encuentro, de silencio y oración, sea para todos y cada uno motivo para ser tocados por la palabra de Dios”, declaraba.
Los pastores de Belén son marginados de la sociedad, pero son precisamente ellos los primeros destinatarios de la Revelación. El mensaje es claro: nadie está al margen en el plano de la Salvación.
“Los pastores son sinónimo de humildad, como lo es el nacimiento de Cristo. La humildad de Dios que se hace carne y que no habría podido entrar en la Historia si no fuera por la respuesta, por la humildad del hombre, como canta María: «Ha mirado la humildad de su sierva», explica fray Emad. Y por la humildad de San José que, contrariamente a la lógica del mundo, permanece junto a María, aceptando la voluntad de Dios y siguiéndola. Así, nadie puede celebrar de verdad la Navidad lejos de la gracia de la humildad y nadie puede aceptar la presencia de Dios en su vida si no responde a Dios con humildad. Estamos llamados a la sencillez y a la humildad porque necesitamos siempre la gracia de Dios y de su presencia junto a nosotros”.
“Es una jornada de renovación de la fe, afirma Nicola Handal, de Belén, es como pulsar F5 en un teclado para actualizar la página. No permitiremos que la situación política nos impida celebrar el nacimiento de Jesús. Como cristianos palestinos intentamos vivir nuestra vida normalmente en una situación anormal. Resistimos a nuestro modo: con la oración, nuestra presencia, nuestra educación y nuestro trabajo cotidiano”.
“El tiempo litúrgico de la Iglesia nos ayuda mucho a acercarnos a Dios, explica Vicky Giacaman, coordinadora de religión, y también es nuestroobjetivo acercar a los jóvenes a Dios, aunque solo sea un poco. Es algo importante para ellos porque, en sus vidas diarias, no dedican tiempo a Dios– o quizá solo un poco –, pero tienen sed y esperan con impaciencia estos momentos de encuentro espiritual, están también impacientes, como brasas ardientes”. Se ha prestado atención especial a que los jóvenes puedan expresarse y escuchar a los demás, que puedan volver a casa con alimento espiritual, con algo que les haga meditar y renovarse, subrayaba. “Rezo por la paz en Tierra Santa, sobre todo en este momento especialmente difícil. Debemos mantener fuerte la esperanza porque el nacimiento de Jesucristo también es esto, a pesar de las dificultades este nacimiento es también alegría. Los peregrinos del mundo no deben tener miedo de venir a Tierra Santa, pero les pedimos, por encima de todo, que recen por nosotros para que podamos afrontar la situación con coraje y fe”.
Nizar Halloun
