Seis nuevos profesos solemnes en Belén | Custodia Terrae Sanctae

Seis nuevos profesos solemnes en Belén

Proceden de diferentes provincias de la Orden de Frailes Menores y de cuatro países del mundo: son los seis frailes franciscanos que el sábado 16 de octubre pronunciaron su profesión solemne a manos del Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton. En la iglesia de Santa Catalina en la Natividad, se encontraban presentes varios religiosos y religiosas de Tierra Santa, además del guardián del convento, fray Enrique Segovia, y los hermanos de la Custodia.

Después de postrarse en el suelo durante la invocación de la intercesión de los santos, los frailes prometieron observar durante toda su vida los votos de pobreza, castidad y obediencia, y abrazar la regla de la Orden de los Frailes Menores.

Entre los profesos, dos miembros de la Custodia de Tierra Santa (fray Antonios Habib, egipcio, y fray George Haddad, palestino), dos de la provincia del Verbo Encarnado de África occidental (fray Aubin Amouzou y fray Luc Ashorgohor, de Togo) y otros dos de la Fundación de Nuestra Señora de África (fray Jean Kogba Mogoda y fray Vianney Bonald Foungui, de Congo Brazzaville).

“Podéis profesar juntos vuestro compromiso con el Señor Jesucristo, porque Él ya ha compartido nuestra vida y nos ha permitido acercarnos a Él y seguirlo con fe – afirmó en su homilía el Custodio de Tierra Santa, fray Francesco Patton –. Él es nuestra forma de vida y nos pone en guardia también ante una forma equivocada de interpretar la llamada a seguirlo y el don de la consagración, que significa pertenecerle a Él íntegramente”. Según fray Francesco, ante todo es necesario descubrir lo que Dios ha hecho por nosotros para después aprender a acoger y apreciar el don de la vocación.

“Confieso sinceramente que cuando hice la profesión solemne hace 35 años, y era un joven fraile de 23 años, era mucho menos consciente que hoy de lo que significa acoger y abrazar esta llamada en su belleza y profundidad, igual que era menos consciente de cuáles serían las dificultades y las pruebas que debería afrontar – reveló fray Patton –. Sin embargo, belleza y dificultades, grandeza y pruebas, todo esto forma parte de nuestra llamada a seguir la vida y las huellas del Hijo de Dios encarnado, para aprender a ser auténticamente humanos”.

El Custodio de Tierra Santa advirtió contra el peligro de renegar “del compromiso de obediencia, que es el compromiso de fiarse”, “del compromiso de pobreza” y “del compromiso de vivir castamente, que es el compromiso de amar al Señor con un corazón indiviso y de considerarlo el bien verdadero, el único bien, el mayor bien de nuestra vida, el verdadero amor”. Por eso, invitó a rezar para que los profesos solemnes cumplan con sinceridad y perseverancia la promesa manifestada ante toda la Iglesia.

Al final de la misa, fray Antonios, fray George y fray Jean hablaron en nombre de todos los profesos solemnes. En este día de alegría, quisieron dar las gracias por el don de la vida, por el apoyo de la familia y por la participación de todos los asistentes. Quisieron expresar su agradecimiento también a todos los que han sido importantes durante su camino de formación: desde fray Donaciano, maestro de estudiantes, hasta todos los ministros provinciales de las distintas Provincias a las que pertenecen los nuevos profesos.

“Damos gracias a Dios por su fidelidad misericordiosa – dijo fray George –. Nos entregamos a su gracia para que cada uno de nosotros pueda ser su siervo confiado y fuerte, dispuesto a servir a través de un adecuado testimonio de vida, y pedimos la fuerza para ser fieles y perseverantes en nuestro camino de consagración y para ser cada vez más conscientes del don que hemos recibido”.

 

Beatrice Guarrera