Studium Biblicum Franciscanum: comienzo del nuevo año académico 2024-2025

Studium Biblicum Franciscanum: comienzo del nuevo año académico 2024-2025

Custodios de Tierra Santa a la luz de las Sagradas Escrituras, inauguración del año académico 2024-2025 del Studium Biblicum Franciscanum

El jueves 3 de octubre el Studium Biblicum Franciscanum (SBF) y el Studium Theologicum Jerosolimitanum (STJ) celebraron el comienzo del nuevo año académico 2024-2025. Alumnos, profesores y colaboradores participaron en la misa solemne en la iglesia de San Salvador de Jerusalén para consagrar un nuevo año de estudio y profundización en las Sagradas Escrituras.

El aumento de las tensiones en el país impidió la llegada a Jerusalén de monseñor František Trstenský, obispo de Spiš y antiguo alumno del SBF, que debería haber presidido la celebración.

Un año especial

Recientemente concluyeron las celebraciones del centenario del SBF. Fundado el 7 de enero de 1924 en el santuario de la Flagelación, el SBF fue y sigue siendo un lugar único donde profundizar en la Sagrada Escritura en la tierra donde fue revelada. Los diversos actos culturales promovidos durante el año pasado permitieron celebrar los logros conseguidos y consolidar la identidad del Studium y su pertenencia a la Custodia de Tierra Santa.

 

Una misión que continúa

Fray Rosario Pierri, decano del SBF, subrayó en su homilía la importancia del Studium en el contexto de la misión franciscana.

“Nuestros predecesores desarrollaron la conciencia de ser custodios de la Tierra Santa a la luz de las Sagradas Escrituras y de las tradiciones históricas locales. Nada de lo que se refiere a Tierra Santa debe sernos indiferente. Al mismo tiempo, debemos cumplir con nuestra misión evangelizadora también en la formación cultural y profesional ofrecida a nuestros alumnos.

Testigos de la fe

Así mismo, el decano quiso recordar a los mártires de Damasco, cuya canonización en Roma es inminente. Ellos representan una huella imborrable del carisma franciscano en Tierra Santa.

“Su sacrificio y el de muchos otros de nuestros hermanos que murieron para dar testimonio de su fe en Cristo no es un hecho separado de nuestra actividad, sino que representa su savia vital.  Su testimonio se convierte en una bendición para todos nosotros y para nuestras instituciones académicas.

Al final de la misa, en un momento de oración comunitaria, el Studium Biblicum Franciscanum y el Studium Theologicum Jerosolimitanum se consagraron a la Inmaculada Virgen María, para que guíe a estas dos realidades en el “estudio orante de las Sagradas Escrituras”.

Lucia Borgato