Los frailes de la Custodia en oración por la paz

Los frailes de la Custodia en oración por la paz

La tarde del 7 de octubre, los frailes de la Custodia de Tierra Santa, se reunieron en el convento de San Salvador de Jerusalén para rezar juntos el rosario y pedir a Dios el don de la paz en Tierra Santa y en el mundo, por intercesión de la Virgen. En las distintas comunidades también se llevaron a cabo otras iniciativas.

El rosario en San Salvador

La oración en San Salvador fue presidida por el Custodio, fray Francesco Patton. Para la ocasión, se colocó al pie del altar un icono de la Virgen María. Con este gesto público, al que se unieron numerosos fieles, la Custodia quiso responder a la invitación del Patriarca Latino de Jerusalén y del Papa a dedicar esta jornada – un año después del comienzo de la guerra – a la oración, el ayuno y la penitencia.

Cada misterio del rosario fue introducido por una breve lectura y una intención de oración. Las decenas del rosario se rezaron en varios idiomas. Antes del canto de las letanías lauretanas, el Custodio leyó la “Carta a los católicos de Oriente Medio” del papa Francisco, firmada y difundida hoy. Al final, todos los presentes rezaron la oración sugerida por el patriarca, cardenal Pierbattista Pizzaballa, para esta jornada de oración.

Oración y ayuno

En una breve entrevista al finalizar el rosario, el Custodio subrayó la importancia de la oración y el ayuno como instrumentos privilegiados para conseguir el don de la paz, como también escribía el Papa en su carta. “Es una herramienta que pertenece a la tradición cristiana, a la tradición judía y a la musulmana: es un instrumento universal, despierta en nosotros la conciencia de lo importante que es el don de la paz, y de que el don de la paz viene de Dios”, afirmó. “Con la oración y el ayuno expresamos también la convicción de que no solo están en juego las fuerzas humanas, sino que está en juego la acción de Dios por un lado y el misterio del mal por otro”.

“Cristo es nuestra paz”

Una de las breves lecturas del rosario recordaba que “Jesucristo es nuestra paz” y una de las intenciones de oración rogaba a Dios que “todos tomemos conciencia de haber recibido la paz y la reconciliación como don del Resucitado”. En las oraciones se recordó a todas las víctimas de la guerra, a los que sufren sus efectos colaterales y a los líderes religiosos y políticos, para que “trabajen por la reconciliación y por la paz”.

Marinella Bandini